Demasiada suerte

Un tipo estaba siempre rezando, pidiendo a Dios que le tocara la lotería. Y un día Dios se le aparece y le dice: "Hijo mío, siempre estás pidiendo que te toque la lotería; pero cómo te va a tocar, si no compras." El hombre, haciendo caso a Dios, compró lotería. Le tocaron 50.000.000 de euros y lo primero que hace es ir a ver a su mujer para contárselo. Se la encuentra en la terraza de un bar y la saluda desde lejos:  - ¡Eh, Julia!. - Aquí estoy con las amigas, tomando café- le contesta ella. -Oye, que nos han tocado 50.000.000 de euros a la lotería. La mujer sale corriendo y cuando está cruzando la calle la atropella un automóvil. -¡Joder, -se lamenta el tipo- cuando hay suerte, hay suerte!

¿Por qué cualquier mierda puede llegar a ser jefe?

Al principio de la humanidad, cuando Dios creó el cuerpo humano, los órganos vitales del mismo comenzaron a discutir sobre quien sería el jefe.
El cerebro expuso: "Yo debo ser el jefe, ya que ordeno el funcionamiento de todo el cuerpo".
Los ojos argumentaron: "Nosotros deberíamos ser los jefes porque guiamos todo el cuerpo".
El corazón dijo:"Entonces yo debería ser el jefe, porque llevo la sangre para que todos funcionéis".
En ese caso dijo el estómago: "Yo seré el jefe, puesto que os alimento a todos".
Las piernas se declararon jefes, porque según ellas transportaban todo el cuerpo.
Y todos los demás se indignaron por la cuenta que les traía, cuando la mierda pidió ser el jefe.
Se rieron a carcajadas.
La mierda sólo dijo:
Yo seré el jefe... y se negó a salir durante cinco dias.
El cerebro estallaba... El estómago se sentía mal... Los ojos se nublaban... El corazón amenazaba con pararse... Las piernas temblaban... y entonces todos gritaron:
¡Qué sea la mierda el jefe!
Y desde entonces cualquier mierda puede ser jefe.